En los últimos años
nuestras vidas se han vuelto más aceleradas. La ‘cultura de las 24 horas’ nos
mantiene conectados todo el día a los teléfonos, la televisión e internet. El
exceso de estimulantes en la comida, como la cafeína y el azúcar, también
juegan un rol importante para mantenernos conectados permanentemente así
estemos cansados.
Revolcarse en las sábanas
a altas horas de la noche, mirar el reloj repetidamente, pensar en el cansancio
que le espera al día siguiente, recordar los problemas y anticiparse a los que
vienen. Todas estas situaciones son síntomas del insomnio.
Este trastorno, tiene
varios espectros y niveles. Así como puede llegar a requerir terapia y
medicamentos, puede ser tratado con ejercicios simples y con medidas
preventivas.
Para estos últimos casos
la escuela de medicina de Harvard publicó 10 consejos prácticos que pueden
ayudarle:
1. Hacer ejercicio:
Mantenerse activo
físicamente. El cansancio producido por el ejercicio permite conseguir el sueño
más rápidamente, con más profundidad y contribuye a evitar despertarse durante
la noche. Sin embargo, los expertos recomiendan no hacer ejercicio al menos dos
horas antes de ir a la cama.
2. La cama es solo
para dormir:
Evite usar la cama para
otras actividades como trabajar, leer o ver televisión. Hay que dejar las
preocupaciones fuera de la cama. El cerebro entenderá tras un par de semanas
que la cama está destinada únicamente para dormir y no para otras actividades.
3. Definir el
horario:
Organizar el sueño es uno
de los puntos clave si quiere dormir mejor. Lo ideal es acostarse y despertarse
a la misma hora, pero si no lo logra, por lo menos intente despertarse siempre
a la misma hora.
4. No fumar:
La nicotina provoca en el
organismo un efecto que dificulta conciliar el sueño. Intente disminuir o
cancelar por completo el cigarrillo, sobretodo en la noche.
5. Que la cama sea
sagrada:
Intente que el lugar
donde duerme sea atractivo, fresco y cómodo. Busque que su cama sea un lugar
tranquilo, silencioso y, si lo prefiere, oscuro. Procure mantener la cama bien
tendida. Evite el desorden, entre menos objetos y distracciones tenga
alrededor, más apacible será su sueño.
6. Menos cafeína:
Este es el consejo más
común. El café, té o algunas gaseosas pueden ser buenos estimulantes durante el
día, pero en la noche solo serán fuente de problemas para dormir. Además,
pueden ser diuréticos, por lo que lo obligarán a pararse de la cama a ir al
baño.
7. Cuidado con los
somníferos:
Aunque pueden ser un
paliativo útil inicialmente, su uso frecuente genera dependencia y muchas veces
puede dejarlo más cansado al día siguiente. Consulte a un especialista antes de
tomarlos e intente que esta sea su última medida.
8. Menos alcohol:
El alcohol es un depresor
del sistema nervioso, lo que puede ayudar a veces a quedarse dormido. Sin
embargo, ese efecto desaparece a las pocas horas y provoca el contrario, lo que
hace el sueño inconstante. Además, puede aumentar los problemas respiratorios e
incrementar los ronquidos, lo que no permite un sueño plácido y profundo.
9. Siestas de no más
de 20 minutos:
Las siestas tienen
múltiples beneficios, pero debe saberlas tomar. Los expertos aconsejan tomarlas
mínimo seis horas antes de dormir y no tomarlas por más de 20 minutos. De lo
contrario, conciliar el sueño en la noche será un problema.
10. Si no puede
dormirse, levántese de la cama:
Dar vueltas entre las sábanas y voltear las almohadas no acelerará el proceso para dormirse, sólo aumentará su preocupación por no dormir. Si después de 20 minutos aún siente que está lejos de quedarse dormido; lo mejor es pararse y dar una vuelta, leer o buscar cualquier actividad que lo tranquilice para luego volver a la cama renovado. El consejo está en dejar de preocuparse por no poder dormir, probablemente en el momento en que no sienta angustia por seguir despierto, se quedará dormido.
Dar vueltas entre las sábanas y voltear las almohadas no acelerará el proceso para dormirse, sólo aumentará su preocupación por no dormir. Si después de 20 minutos aún siente que está lejos de quedarse dormido; lo mejor es pararse y dar una vuelta, leer o buscar cualquier actividad que lo tranquilice para luego volver a la cama renovado. El consejo está en dejar de preocuparse por no poder dormir, probablemente en el momento en que no sienta angustia por seguir despierto, se quedará dormido.