sábado, 28 de febrero de 2015

¡A dormir!

En los últimos años nuestras vidas se han vuelto más aceleradas. La ‘cultura de las 24 horas’ nos mantiene conectados todo el día a los teléfonos, la televisión e internet. El exceso de estimulantes en la comida, como la cafeína y el azúcar, también juegan un rol importante para mantenernos conectados permanentemente así estemos cansados.

Revolcarse en las sábanas a altas horas de la noche, mirar el reloj repetidamente, pensar en el cansancio que le espera al día siguiente, recordar los problemas y anticiparse a los que vienen. Todas estas situaciones son síntomas del insomnio. 

Este trastorno, tiene varios espectros y niveles. Así como puede llegar a requerir terapia y medicamentos, puede ser tratado con ejercicios simples y con medidas preventivas. 


Para estos últimos casos la escuela de medicina de Harvard publicó 10 consejos prácticos que pueden ayudarle: 

1. Hacer ejercicio: 
Mantenerse activo físicamente. El cansancio producido por el ejercicio permite conseguir el sueño más rápidamente, con más profundidad y contribuye a evitar despertarse durante la noche. Sin embargo, los expertos recomiendan no hacer ejercicio al menos dos horas antes de ir a la cama.

2. La cama es solo para dormir: 
Evite usar la cama para otras actividades como trabajar, leer o ver televisión. Hay que dejar las preocupaciones fuera de la cama. El cerebro entenderá tras un par de semanas que la cama está destinada únicamente para dormir y no para otras actividades. 

3. Definir el horario: 
Organizar el sueño es uno de los puntos clave si quiere dormir mejor. Lo ideal es acostarse y despertarse a la misma hora, pero si no lo logra, por lo menos intente despertarse siempre a la misma hora. 

4. No fumar: 
La nicotina provoca en el organismo un efecto que dificulta conciliar el sueño. Intente disminuir o cancelar por completo el cigarrillo, sobretodo en la noche. 

5. Que la cama sea sagrada: 
Intente que el lugar donde duerme sea atractivo, fresco y cómodo. Busque que su cama sea un lugar tranquilo, silencioso y, si lo prefiere, oscuro. Procure mantener la cama bien tendida. Evite el desorden, entre menos objetos y distracciones tenga alrededor, más apacible será su sueño.

6. Menos cafeína: 
Este es el consejo más común. El café, té o algunas gaseosas pueden ser buenos estimulantes durante el día, pero en la noche solo serán fuente de problemas para dormir. Además, pueden ser diuréticos, por lo que lo obligarán a pararse de la cama a ir al baño.

7. Cuidado con los somníferos: 
Aunque pueden ser un paliativo útil inicialmente, su uso frecuente genera dependencia y muchas veces puede dejarlo más cansado al día siguiente. Consulte a un especialista antes de tomarlos e intente que esta sea su última medida. 

8. Menos alcohol: 
El alcohol es un depresor del sistema nervioso, lo que puede ayudar a veces a quedarse dormido. Sin embargo, ese efecto desaparece a las pocas horas y provoca el contrario, lo que hace el sueño inconstante. Además, puede aumentar los problemas respiratorios e incrementar los ronquidos, lo que no permite un sueño plácido y profundo.

9. Siestas de no más de 20 minutos: 
Las siestas tienen múltiples beneficios, pero debe saberlas tomar. Los expertos aconsejan tomarlas mínimo seis horas antes de dormir y no tomarlas por más de 20 minutos. De lo contrario, conciliar el sueño en la noche será un problema.

10. Si no puede dormirse, levántese de la cama: 
Dar vueltas entre las sábanas y voltear las almohadas no acelerará el proceso para dormirse, sólo aumentará su preocupación por no dormir. Si después de 20 minutos aún siente que está lejos de quedarse dormido; lo mejor es pararse y dar una vuelta, leer o buscar cualquier actividad que lo tranquilice para luego volver a la cama renovado. El consejo está en dejar de preocuparse por no poder dormir, probablemente en el momento en que no sienta angustia por seguir despierto, se quedará dormido.

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