domingo, 15 de marzo de 2015

Afrontando la dependencia emocional



Nos enamoramos pero eso no nos hace forzosamente más felices. A la fase inicial del enamoramiento le sigue una fase casi adictiva de constitución de la pareja mediada por nuestros opiáceos endógenos que se liberan cuando sentimos placer, satisfacción y bienestar. Estos mecanismos de refuerzo hedonista pueden disponer fácilmente al desarrollo de una dependencia afectiva y se llega a confundir la posición sumisa o dependiente como demostración o prueba de amor verdadero.

Síntomas de la Dependencia

· Necesitar al otro
· Exigirle al otro que me dé más muestras de que está enamorado de mí, ya que si no, ya interpreto que “no soy importante para él” “que no me quiere”.
· Deseo de que en todo momento quiera estar conmigo, que me haga sentir constantemente que “soy su prioridad”, aunque a menudo, por la manera de ser del otro, no lo voy a sentir. · Generar una gran necesidad de Control absoluto del otro  
· Dejar de ser yo, de comportarme de acuerdo con mi personalidad, para gustarle más al otro, para asegurarme de que el otro me siga eligiendo y no me deje. Incluso puedo llegar a hacer cosas que jamás me habría imaginado que iba a hacer con tal de no perderle
· Sentir un terrible pánico a que el otro me abandone
· Se van dejando amigos de lado, seres queridos...ya que el mundo gira totalmente en torno a él, nos vamos aislando con el otro. Aunque el otro, a menudo, sigue con su vida de amigos y demás.

Se pueden resumir en:
1.    Búsqueda continua de pareja
2.    Necesidad excesiva de amor del otro: acoso constante
3.    Elección frecuente de parejas egoístas idealizadas
4.    Subordinación a la pareja
5.    Prioridad de la pareja sobre cualquier cosa
6.    Miedo a la ruptura
7.    Baja autoestima
8.    Miedo e intolerancia a la soledad
9.    Necesidad excesiva de agradar

¿Qué hacer para superar la dependencia emocional?

Tomar conciencia

El primer paso y en mi opinión, el más importante y difícil porque el dependiente se aferra tanto a esa relación que la simple idea de tener que alejarse le produce un pánico desmesurado, una ansiedad aplastante. Tomar conciencia implica tener que aceptar que aquello no funciona, y que se va a acabar.

Pensar en lo sufrido

Una vez somos conscientes de lo que nos pasa y aceptamos nuestra dependencia, tenemos que ir dejando espacio en nuestra mente a la idea de que debemos hacer un cambio y soltar al otro. Para ello, es muy bueno pensar mucho en la dependencia, darnos cuenta de todo cuanto hemos llegado a hacer, cuanto nos hemos arrastrado, degradado, cuanto hemos cambiado a causa de esa necesidad de no perder al otro.
Listado negativo.

Otro paso para ir tomando distancia, es hacer una lista de todo aquello que no nos gusta del otro, eso por lo cual nos irritamos, decidimos romper, y eso que prometemos aceptar o cambiar en cada reconciliación.

Acción

Generar un cambio. Soltar. Dejar la relación. Cuando demos éste paso, que de entrada nos parece totalmente imposible, tendremos que atravesar otro camino tortuoso y duro: aparecerá el Sindrome de Abstinencia. Cuando éste aparezca sentiremos: -Ansiedad -Desgarro en el corazón -Pensamientos obsesivos de él -Nos odiaremos por haberle dejado -No comprenderemos por qué lo hemos hecho, nos arrepentiremos -Empezaremos a recordar todo lo bueno que tenía y olvidaremos el resto -Ganas de llorar desconsoladamente -Insomnio -Aparecerá una necesidad CASI incontrolable de contactar con él Si cada vez que le “agarre” el síndrome, la persona lo supera, éste empezará a ser menos frecuente hasta que desaparecerá.

Contacto “0”

Debido al Sindrome de Abstinencia, lo más fácil cuando tenemos esa necesidad tan fuerte de la otra persona, es ponernos en contacto con él o ella, ya sea con una llamada, un sms, un correo electrónico o ir directamente a verle. Si hay una adicción, hay que hacer desaparecer la persona de nuestra vida, vencer la necesidad de volver a tenerlo con nosotros y romper así con la dependencia.

Aprender a estar solo


Si justo cuando soltamos la relación de Dependencia empezamos una nueva relación con otra persona, que de entrada nos parece que es justo lo que siempre hemos buscado, lo más probable es que no salga bien. Y esto es porque aún no se ha hecho el proceso de recuperación, de romper con la adicción. 

viernes, 13 de marzo de 2015

¿Cómo diferenciar entre delirio, delirium y delirium tremens?

Delirios

El delirio o la presencia de ideas delirantes es propio de las patologías psiquiátricas psicóticas, principalmente la esquizofrenia y la paranoia, entre otras. Estas patologías se producen a raíz de una interpretación delirante de sucesos tras una percepción normal de la realidad.

Estas creencias delirantes son falsas, irrebatibles a la lógica, basadas en la inferencia errónea de la realidad. Suelen ser más elaboradas en la paranoia que en la esquizofrenia, aunque en esta última el contenido de la idea delirante puede ser más abigarrado.

Los pacientes con delirio presentan alteraciones del contenido del pensamiento debido a interpretaciones falsas o distorsionadas de situaciones externas que han ocurrido en la realidad (por ejemplo, creer que hablan de uno porque en una biblioteca la gente habla en voz baja). En la esquizofrenia la interpretación de realidades externas es más inconexa y abigarrada (por ejemplo, creer que va a haber una invasión alienígena porque se ha visto un gato cruzando la calle).

Los principales temas de las ideas delirantes son:
·     De persecución o perjuicio (“todos me persiguen y me quieren hacer daño”).
·     De celos o celotipia (“mi pareja me engaña con todos”).
·     De atracción o erotomanía (“soy irresistible para todo el mundo”).
·     De grandeza o megalomanía (“soy una persona muy importante”).
·     De depresión (“todo lo que ocurre es culpa mía”).
·     De control o de influencia (“me quieren controlar el pensamiento”).


Delirium

Es un trastorno cognitivo generalizado y agudo en el que existe un deterioro global de las funciones superiores con descenso del nivel de consciencia. Se inicia de forma brusca, su curso es fluctuante y autolimitado y suele ser debido a causas médicas o tóxicas, como enfermedades neurológicas, fármacos, ciertas drogas o enfermedades sistémicas (enfermedades endocrinas, hepatopatías, insuficiencia cardíacasepsis, anemias agudas…).

Se produce desorientación y deterioro del nivel de conciencia, cosa que no sucede en el delirio psiquiátrico. En el delirium existe una desestructuración del pensamiento y de la percepción, así como del estado de ánimo.

Se asocia a alteración en el ciclo sueño-vigilia:
      Somnolencia diurna
      Agitación nocturna
      Dificultad para conciliar el sueño
      Estado de vigilia durante toda la noche
      Inversión total del ciclo sueño-vigilia


Trastornos emocionales
      Ansiedad
      Miedo
      Depresión
      Irritabilidad
      Ira, euforia y apatía.
      Cambios emocionales rápidos e impredecibles

Estos comportamientos suelen ser frecuentes en la noche cuando hay baja estimulación y señales ambientales.


Delirium tremens

El delirium tremens es un síndrome grave, potencialmente letal, que ocurre en aproximadamente el 5% de los pacientes que siendo alcohólicos incurren en abstinencia súbita de alcohol. Tiene una morbilidad cercana al 10%. Su aparición se sitúa, generalmente, a las 72 horas de haber tomado la última copa de alcohol. Sin embargo, el delirium tremens puede desarrollarse sin que haya habido un cambio en el patrón de bebida. De esta manera, en los servicios de urgencias pueden encontrarse pacientes que, aun bebiendo, presenten los síntomas y signos propios del síndrome. 

La presencia del delirium tremens asociado a una ingesta diaria intensa de alcohol define la adicción a éste. Beber en exceso diariamente durante un tiempo prolongado produce inevitablemente adicción al alcohol y el subsiguiente síndrome de abstinencia. Desafortunadamente la cantidad y duración del alcohol ingerido requerido para producir dependencia física y síntomas de abstinencia no han sido suficientemente valorados. Se cree que estos últimos se hacen evidentes en los pacientes que consumen diariamente entre 100 y 150 gramos de etanol durante dos o cuatro semanas.




El delirium tremens se caracteriza por presentar componentes neurosiquiátricos como el temblor, alucinaciones, confusión, agitación y signos de hiperactividad autonómica, tales como midriasis, diaforesis, taquicardia y taquipnea.

Aunque la confusión y cambios en la conciencia no son criterios básicos para la abstinencia del alcohol, delirio por abstinencia de alcohol puede producirse en el contexto de la retirada. Como es cierto para cualquier, estado de confusión agitada, independientemente de la causa, además de una perturbación de la conciencia y la cognición, la abstinencia puede incluir delirios visuales, táctiles, o raramente alucinaciones auditivas.

Cuando se desarrolla delirium por abstinencia de alcohol, es probable que otra condición médica relevante se encuentre presente. Por ejemplo: Insuficiencia hepática, neumonía, hemorragia gastrointestinal, secuelas de traumatismo craneoencefálico, hipoglucemia, desequilibrios electrolíticos.


jueves, 12 de marzo de 2015

¿Cómo reconocer a una persona con tendencias suicidas?

¿Conoces a alguien que esté atravesando un período de profunda depresión? ¿Has notado un cambio repentino en el comportamiento de algún compañero de clase? O, peor aún, ¿eres tú quien está a punto de perder la esperanza? Por desgracia, los pensamientos suicidas afectan a muchas personas. Si ocurre lo peor, aquellos que se dejan atrás suelen sufrir al preguntarse si había algo que hubiesen podido hacer para evitar la tragedia. A veces es posible detectar las intenciones suicidas de una persona y llegar a salvarle la vida. Entre un 50 y un 70% de las víctimas del suicidio le comunican a alguien sus intenciones antes de actuar; la mayoría muestran algún signo en su comportamiento. Lo primero que tienes que hacer para ayudar a una persona con ideas suicidas es darte cuenta de qué te necesita.

Detectar y comprender los signos antes de que lleven a cabo sus impulsos es importante a la hora de tomar las medidas necesarias para prevenir un suicidio. Las personas cercanas deben prestar atención a su comportamiento y a sus actividades de forma que sea posible detectar signos que sugieran la presencia de depresión o pensamientos suicidas.

A continuación observamos una lista de síntomas que podrían ser preocupantes, especialmente si varios de ellos se manifiestan al mismo tiempo:

– Trastorno del sueño (dormir mucho o muy poco)
– Pérdida del apetito y/o peso
– Aislamiento
– Pérdida del interés en las actividades preferidas
– Absentismo escolar
– Agresividad física o psicológica
– Abuso de alcohol o drogas
– Falta de preocupación por la apariencia e higiene
– Correr riesgos innecesarios
– Interés por la muerte
– Envío de mensajes preocupantes por internet
– Malas notas o problemas escolares inusuales
– Dificultad para concentrarse
– Pensamientos negativos respecto de las propias cualidades y logros

¿Cómo Ayudar?

• La comprensión y la demostración de preocupación por la persona
• Consolar a la persona
• Tratamiento psiquiátrico inmediato
• Elevar su autoestima
• Relaciones sociales ricas con familiares y amigos
• Buscar el apoyo social en un grupo de auto ayuda serio y responsable
• Una relación estable de pareja
• Creencias religiosas o espirituales firmes
• La pronta identificación y el tratamiento adecuado de los trastornos mentales
• Acceso a las líneas de intervención en crisis
• Acudir a los centros de prevención del suicidio
• Buscar la asesoría psicológica, psiquiátrica o médica inmediata

Referencia: Suicide Warning Signs  http://www.suicide.org/suicide-warning signs.html consultado el 12/03/15



miércoles, 11 de marzo de 2015

Qué es eso de emociones positivas por el ambiente?


Importancia de las emociones

Las emociones tienen un rol importante en el progreso y bienestar personal, la experiencia de una emoción positiva es reconfortante, y nos lleva a procurar que aparezcan en nuestra rutina.

Emociones y afectos

El afecto hace referencia a sentimientos que son accesibles a la conciencia y están presentes en las emociones, el afecto constituye un componente de la experiencia subjetiva, pero también está presente en otros muchos fenómenos afectivos tales como: sensaciones físicas, estados de ánimo, rasgos afectivos y actitudes; el afecto a diferencia de las emociones no tiene como efecto la experiencia, tienen un efecto más duradero   y puede notarse en el nivel de experiencia subjetiva, por otro lado las emociones son de corta duración y contienen componentes múltiples;  para finalizar las emociones se califican como estados que se ajustan grupos de emociones, y el afecto, alternativamente se concibe moviéndose en dos polo el primero es el placer y la activación y el segundo es la activación emocional positiva o negativa.

La emociones son analizadas por algunos autores en dos sentidos, en primer lugar atienden a aspectos externos, es decir la expresión emocional para la coordinación social y las comunicación en; en segundo lugar los aspectos internos, esto quiere decir que las emociones son útiles para los propósitos adaptativos en el nivel individual.

Las emociones positivas posasen un componente afectivos, positivo que funciona como señales internas que llevan a los individuos a involucrarse o a continuar en una acción.

Lo malo es más fuerte que lo bueno

Algunos teóricos consideran que las emociones negativas prevalecen y son un sesgo en los seres humanos, prestamos más atención a las cosas malas que nos suceden puesto que el resultado puede ser vida o muerte, mientras que las experiencias positivas generalmente llevan a experimental bienestar y traen consigo consecuencias positivas para los sujetos; por otro lado se puede decir que hay más tipos de amenazas que de oportunidades, y en nuestra o lenguaje existen mayor número de estados negativos que positivos y la expresiones fáciles negativas son más fáciles de reconocer que las positivas. Comparando las emociones negativas,  los estados de ánimo positivos son de menor duración y con efectos temporales menos destacados, pero su poder para transformar la vida de una persona es necesario y significativo.

 Para concluir se puede decir que vale la pena cultivar emociones positivas para lograr bienestar y crecimiento psicológico sostenido.

Emociones positivas, relaciones y trascendencia

Villant un psiquiatra con enfoque positivo de la conducta humana postula que las emociones negativas no son solo fuente de alejamiento y evitación, sino que son estados que ayudan a la supervivencia individual, estas emociones ayudan a escapar del peligro o de un posible daño, y ayudan a la integridad individual. Por otro lado las emociones positivas involucran a otras personas y ayudan a sobrevivir en el futuro, las emociones positivas son integradoras, creativas, eficientes y flexibles, son piezas fundamentales para el desarrollo de la espiritualidad, Dalai Lama postula que estas emociones son una acción sustentable de la espiritualidad.

Para Villant las emociones positivas son de naturaleza relacional y promueven sensaciones de bienestar,  como el altruismo, cooperación y equidad; por otro lado las emociones positivas no son del todo altruistas puesto que algunas de ellas son especialmente propias del individuo, pero por otro lado la emociones negativas como las vergüenza y la culpa  involucran a otras personas y sirven para promover lazos sociales.

Emociones positivas en favor del ambiente

¿Existen emociones positivas pen el desarrollo se conductas sustentables? Pero hay diferentes respuestas a esta pregunta; en primer lugar es muy simple las investigación en psicología ha descuidado el estudio de las emociones positivas y se ha sesgado en las negativas, implicando que se debe procurar un mayor conocimiento del efecto  que tienen las primeras en la acción sustentable; la segunda es que aunque los estudios relevantes muestran muchas emociones negativas usualmente tiene adelante la filiación aleja a las personas de la posibilidad de actuar de manera prosocial, y el temor o la intranquilidad debido a algunos riesgos ambientales pueden paralizar un individuos  al intentar comportarse proambiental ; en tercer lugar a pesar que de las emociones positivas son promotoras directas de las acción es decir usualmente las emociones “tranquilizan” o relajan individuo, ellas pueden inducir pensamientos proactivos que posteriormente se traducen en acciones.


martes, 10 de marzo de 2015

Eszopiclona: ¿Píldora sagrada para dormir?


El insomnio es una entidad frecuente cuya forma crónica puede tener un origen primario o ser secundaria a otra comorbilidad. Las consecuencias del insomnio sobre el rendimiento cotidiano de los pacientes pueden ser significativas y duraderas. Este déficit cotidiano puede evaluarse según la calidad de vida asociada con la salud y otros parámetros funcionales. De acuerdo con lo antedicho, resulta necesario contar con estrategias terapéuticas farmacológicas que permitan mejorar las características del sueño.

La eszopiclona es el S-enantiómero activo de la zopiclona racémica y, a diferencia del R-enantiómero, presenta una actividad sedativa significativamente mayor. El mecanismo de acción preciso es desconocido. La droga actúa en dominios cercanos o asociados de manera alostérica a los sitios benzodiazepínicos de los receptores para el ácido gamma aminobutírico tipo A (GABA-A). Su afinidad de unión al receptor es aproximadamente 50 veces superior a la afinidad de unión de la R-zopiclona y del doble si se la compara con la zopiclona racémica.

La eficacia del tratamiento con una dosis nocturna de 1 a 3 mg de eszopiclona y en la mayoría de estudios patrocinados por casas farmacéuticas reportan cero dependencia y tolerancia a los 6 meses. No hay estudios más allá de ese periodo de tiempo. Además se encuentran en la literatura varios casos reportados e incluso tuvimos que ver una paciente en la unidad de cuidados especiales Betania afectada por esta adicción, llegó a ingerir incluso 10 pastillas en la noche para lograr conciliar el sueño por máximo 2 a 3 horas.

Como ocurre con otros hipnóticos, la Eszopiclona puede producir efectos aditivos, depresores del sistema nervioso central, al administrarse concomitantemente con otros psicotrópicos, anticonvulsivantes, antihistamínicos, alcohol y otros fármacos que deprimen el sistema nervioso central. No debe administrarse en concomitancia con alcohol.

La eszopiclona al ser un agente similar a las benzodiacepinas puede causar dependencia física y psicológica. El riesgo de drogadicción y farmacodependencia aumenta con la dosis y la duración del tratamiento, así como con el uso concomitante de otros fármacos psicoactivos. El riesgo también es mayor para los pacientes con antecedentes de alcoholismo, drogadicción o trastornos psiquiátricos.

Puede observarse una cierta disminución de la eficacia hipnótica de las benzodiacepinas y otros agentes similares, con el uso repetidos de estos medicamentos durante unas pocas semanas. Se desaconseja su uso por períodos de tiempo prolongado. El problema del uso de psicofármacos es que, por lo general, se prescriben momentáneamente para “solucionar” el trastorno de sueño, pero terminan siendo usados por largos períodos y con mucha dificultad para retirarlos. Pueden llevar a severos trastornos del ciclo sueño vigilia, alteración del estado de conciencia y déficit cognitivos similares a los de una demencia.

En vez de tratar de solucionar todo con una pastilla mágica a través de pequeños cambios de conductas que promuevan un buen descanso, sostenidos en el tiempo, pueden hacer que el dormir tenga la función reparadora y necesaria para vivir mejor.

PD: Les dejo un caso muy interesante de desintoxicación por este fármaco a través de una historia biopsicosocial https://prezi.com/nz_3mhrmtcnq/caso-clinico-desintoxicacion/

lunes, 9 de marzo de 2015

Limerencia: La enfermedad del amor





Cuando la doctora en psicología Dorothy Tennov escribió su libro “Love and limerence: the experience of being in love” estaba descubriendo el término perfecto para definir un estado de locura que tiene lugar en algunos procesos de enamoramiento lo denominó Limerencia. 

La limerencia consistiría básicamente en ese estado generalizado de locura que nos agita y nos conmueve impidiendo que pensemos en otra cosa que no sea el ser amado. La frase popular “perder la cabeza por amor” le sienta estupendamente a este proceso psíquico

Esta enfermedad del amor es un comportamiento obsesivo-compulsivo que puede afectar a cualquier persona, y se genera de una forma brusca e involuntaria y desaparece de la misma manera. 

Estos son 10 síntomas comunes de la limerencia:
  1. La idealización de las características de la otra persona (ya sean positivas o negativas).
  2. Existen pensamientos incontrolables e intrusivos sobre la persona amada.
  3. Se experimenta una timidez extrema, tartamudeo, nerviosismo y confusión sobre la otra persona.
  4. Se genera miedo al rechazo y la desesperación o ideas de suicidio si existe un rechazo.
  5. Aumenta la euforia cuando existe algún interés en la otra persona.
  6. Surgen las fantasías para buscar el interés del individuo amado.
  7. Se recuerda a la persona en todo lo que rodea al enfermo de amor.
  8. Se reproduce en la mente cada encuentro con la otra persona.
  9. Organizar el calendario para generar encuentros con el otro individuo.
  10. Experimentar temblores, enrojecimiento facial, debilidad, palpitaciones cuando se acerca la persona amada.
Es difícil diferenciar entre limerencia y enamoramiento. La primera es un estado emocional y cognitivo en el cual un sujeto siente un intenso deseo romántico por alguien, un desorden obsesivo – compulsivo que puede terminar mal, con daño hacia la propia persona o el ser amado. Con el tiempo uno se vuelve un camino reconfortante para ambas partes y el otro un terrero sinuoso donde lo que importa es la reciprocidad.

En una relación sana pasado el enamoramiento se afianza el vínculo amoroso. Pero si una de las partes es limerente, el proceso se vuelve antinatural ya que el enfermo sólo buscará asegurarse a la otra persona incluso por encima del amor en sí.

Cuando el sentimiento no pasa, no evoluciona es necesaria la intervención psiquiátrica y multidisciplinaria e incluso farmacológica como un desorden obsesivo – compulsivo.

domingo, 8 de marzo de 2015

Doctor, no se qué le pasa


Es común llegar a revisar a los pacientes hospitalizados en piso, la mayoría de ellos a cargo de medicina interna y recibir la queja de sus familiares y acompañantes de que no son los mismos, que están hablando incoherencias, no sabe dónde está y llega a olvidos hasta de su propia familia. Esto se conoce con el nombre de Delirium o trastorno confusional.

El delirium es un síndrome, no una enfermedad, de etiología compleja y a menudo multifactorial, que culmina en un patrón similar de signos y síntomas referentes al nivel de conciencia y deterioro de funciones cognitivas del paciente especialmente en la atención. Clásicamente, el delirium tiene un inicio súbito de horas o días, su evolución es breve y fluctuante, mejorando rápidamente si se identifica y elimina el factor causal, aunque todas estas características pueden variar según el paciente.

Se presenta con frecuencia más alta en personas de edad avanzada hospitalizados y varía. En la comunidad en general (l% -2%) Aumenta con la edad (14% en > 85 años) y lo llegan a presentar hasta el  83% de todas las personas al final de la vida.

Factores de riesgo:
      Deterioro funcional
      Inmovilidad
      Caídas
      Bajos niveles de actividad
      Uso de drogas (alcohol)
      Medicamentos psicoactivas (anticolinérgicos)

Se caracteriza por:

1.    Alteración de la atención
·         Capacidad reducida para dirigir, centrar, mantener o desviar la atención

2.    Alteración de la conciencia
·         orientación reducida al entorno

3.    Alteración en el ciclo sueño-vigilia.
      Somnolencia diurna
      Agitación nocturna
      Dificultad para conciliar el sueño
      Estado de vigilia durante toda la noche

4.    Trastornos emocionales
      Ansiedad
      Miedo
      Depresión
      Irritabilidad
      Ira, euforia y apatía.
      cambios emocionales rápidos e impredecibles

Estos cambios de comportamiento son frecuentes en la noche dada la baja estimulación y señales ambientales. Este punto es de gran importancia para el abordaje pre delirium y el tratamiento no farmacológico en el cual se le pide a los familiares mantener activo al paciente en el día, en cuartos ventilados e iluminados y recordándole a diario el día y fecha en que se encuentran.

Respecto al tratamiento farmacológico Los dos principales síntomas del delirium que pueden requerir tratamiento farmacológico son la psicosis y el insomnio. Los neurolépticos han demostrado ser los fármacos de elección para el tratamiento de estos síntomas