lunes, 9 de marzo de 2015

Limerencia: La enfermedad del amor





Cuando la doctora en psicología Dorothy Tennov escribió su libro “Love and limerence: the experience of being in love” estaba descubriendo el término perfecto para definir un estado de locura que tiene lugar en algunos procesos de enamoramiento lo denominó Limerencia. 

La limerencia consistiría básicamente en ese estado generalizado de locura que nos agita y nos conmueve impidiendo que pensemos en otra cosa que no sea el ser amado. La frase popular “perder la cabeza por amor” le sienta estupendamente a este proceso psíquico

Esta enfermedad del amor es un comportamiento obsesivo-compulsivo que puede afectar a cualquier persona, y se genera de una forma brusca e involuntaria y desaparece de la misma manera. 

Estos son 10 síntomas comunes de la limerencia:
  1. La idealización de las características de la otra persona (ya sean positivas o negativas).
  2. Existen pensamientos incontrolables e intrusivos sobre la persona amada.
  3. Se experimenta una timidez extrema, tartamudeo, nerviosismo y confusión sobre la otra persona.
  4. Se genera miedo al rechazo y la desesperación o ideas de suicidio si existe un rechazo.
  5. Aumenta la euforia cuando existe algún interés en la otra persona.
  6. Surgen las fantasías para buscar el interés del individuo amado.
  7. Se recuerda a la persona en todo lo que rodea al enfermo de amor.
  8. Se reproduce en la mente cada encuentro con la otra persona.
  9. Organizar el calendario para generar encuentros con el otro individuo.
  10. Experimentar temblores, enrojecimiento facial, debilidad, palpitaciones cuando se acerca la persona amada.
Es difícil diferenciar entre limerencia y enamoramiento. La primera es un estado emocional y cognitivo en el cual un sujeto siente un intenso deseo romántico por alguien, un desorden obsesivo – compulsivo que puede terminar mal, con daño hacia la propia persona o el ser amado. Con el tiempo uno se vuelve un camino reconfortante para ambas partes y el otro un terrero sinuoso donde lo que importa es la reciprocidad.

En una relación sana pasado el enamoramiento se afianza el vínculo amoroso. Pero si una de las partes es limerente, el proceso se vuelve antinatural ya que el enfermo sólo buscará asegurarse a la otra persona incluso por encima del amor en sí.

Cuando el sentimiento no pasa, no evoluciona es necesaria la intervención psiquiátrica y multidisciplinaria e incluso farmacológica como un desorden obsesivo – compulsivo.

2 comentarios:

  1. Que interesante entrada. Nos gustó la redacción. Gracias por el nuevo término. Siga así. Atte. Dr. Rincon y estudiantes del grupo 1.

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