Nos enamoramos pero eso no nos hace forzosamente más felices. A la fase inicial del enamoramiento le sigue una fase casi adictiva de constitución de la pareja mediada por nuestros opiáceos endógenos que se liberan cuando sentimos placer, satisfacción y bienestar. Estos mecanismos de refuerzo hedonista pueden disponer fácilmente al desarrollo de una dependencia afectiva y se llega a confundir la posición sumisa o dependiente como demostración o prueba de amor verdadero.
Síntomas de la Dependencia
·
Necesitar al otro
·
Exigirle al otro que me dé más muestras de que está enamorado de mí, ya que si
no, ya interpreto que “no soy importante para él” “que no me quiere”.
·
Deseo de que en todo momento quiera estar conmigo, que me haga sentir
constantemente que “soy su prioridad”, aunque a menudo, por la manera de ser
del otro, no lo voy a sentir. ·
Generar una gran necesidad de Control absoluto del otro
·
Dejar de ser yo, de comportarme de acuerdo con mi personalidad, para gustarle
más al otro, para asegurarme de que el otro me siga eligiendo y no me deje.
Incluso puedo llegar a hacer cosas que jamás me habría imaginado que iba a
hacer con tal de no perderle
·
Sentir un terrible pánico a que el otro me abandone
· Se
van dejando amigos de lado, seres queridos...ya que el mundo gira totalmente en
torno a él, nos vamos aislando con el otro. Aunque el otro, a menudo, sigue con
su vida de amigos y demás.
Se pueden resumir en:
1.
Búsqueda continua de pareja
2.
Necesidad excesiva de amor del otro: acoso
constante
3.
Elección frecuente de parejas egoístas idealizadas
4.
Subordinación a la pareja
5.
Prioridad de la pareja sobre cualquier cosa
6.
Miedo a la ruptura
7.
Baja autoestima
8.
Miedo e intolerancia a la soledad
9.
Necesidad excesiva de agradar
¿Qué hacer para superar la dependencia
emocional?
Tomar conciencia
El primer paso y en mi
opinión, el más importante y difícil porque el dependiente se aferra tanto a
esa relación que la simple idea de tener que alejarse le produce un pánico
desmesurado, una ansiedad aplastante. Tomar conciencia implica tener que
aceptar que aquello no funciona, y que se va a acabar.
Una vez somos conscientes de
lo que nos pasa y aceptamos nuestra dependencia, tenemos que ir dejando espacio
en nuestra mente a la idea de que debemos hacer un cambio y soltar al otro.
Para ello, es muy bueno pensar mucho en la dependencia, darnos cuenta de todo
cuanto hemos llegado a hacer, cuanto nos hemos arrastrado, degradado, cuanto
hemos cambiado a causa de esa necesidad de no perder al otro.
Listado negativo.
Otro paso para ir tomando
distancia, es hacer una lista de todo aquello que no nos gusta del otro, eso
por lo cual nos irritamos, decidimos romper, y eso que prometemos aceptar o
cambiar en cada reconciliación.
Acción
Generar un cambio. Soltar.
Dejar la relación. Cuando demos éste paso, que de entrada nos parece totalmente
imposible, tendremos que atravesar otro camino tortuoso y duro: aparecerá el
Sindrome de Abstinencia. Cuando éste aparezca sentiremos: -Ansiedad -Desgarro
en el corazón -Pensamientos obsesivos de él -Nos odiaremos por haberle dejado
-No comprenderemos por qué lo hemos hecho, nos arrepentiremos -Empezaremos a
recordar todo lo bueno que tenía y olvidaremos el resto -Ganas de llorar
desconsoladamente -Insomnio -Aparecerá una necesidad CASI incontrolable de
contactar con él Si cada vez que le “agarre” el síndrome, la persona lo supera,
éste empezará a ser menos frecuente hasta que desaparecerá.
Contacto “0”
Debido al Sindrome de
Abstinencia, lo más fácil cuando tenemos esa necesidad tan fuerte de la otra
persona, es ponernos en contacto con él o ella, ya sea con una llamada, un sms,
un correo electrónico o ir directamente a verle. Si hay una adicción, hay que
hacer desaparecer la persona de nuestra vida, vencer la necesidad de volver a
tenerlo con nosotros y romper así con la dependencia.
Aprender a estar solo
Si justo cuando soltamos la
relación de Dependencia empezamos una nueva relación con otra persona, que de
entrada nos parece que es justo lo que siempre hemos buscado, lo más probable
es que no salga bien. Y esto es porque aún no se ha hecho el proceso de
recuperación, de romper con la adicción.